Los buenos hábitos incluyen la actividad física y alimentación saludable, descanso adecuado, y evitar otros hábitos perjudiciales como el tabaco y consumo de alcohol.
SOSTENER UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Una alimentación sana en edades tempranas como la adolescencia, va a favorecer una vida más saludable en etapas futuras y a la prevención de algunas enfermedades.
Te va a ayudar a sostener mejor tus actividades diarias y a sentirte bien con vos mismx
PARA ELLO SIRVE POR EJEMPLO
HABLEMOS DE DIVERSIDAD DE CUERPOS
La nutrición es un tema súper importante para la salud y una buena calidad de vida; sin embargo, en la sociedad muchas veces está más vinculado a cómo nos queremos ver o como queremos que nos vean lxs demás.
Vivimos en una sociedad en la cual muchas veces se naturaliza el hablar del cuerpo del otrx, opinar, imponer y divulgar imágenes que muestran diferentes estereotipos sugiriéndolos como “ideales”.
En las redes sociales, las publicidades y los programas de televisión existe un exceso de información y desinformación al respecto.
Es importante que sepas que esos ideales no hablan de la salud real, sino que muchas veces condicionan a adoptar hábitos que resultan muy dañinos para la salud psico-física de las personas.
Durante la pubertad y la adolescencia, tu cuerpo experimenta muchísimos cambios físicos, que se dan en un tiempo y con una magnitud particular en cada persona.
Estos cambios son distintos en cada unx, cada cuerpo es diferente y diverso, y eso depende de múltiples factores: genética, alimentación, antecedentes de afecciones, entre otros factores ambientales.
PONER EL CUERPO EN MOVIMIENTO
Hacer actividad física regularmente es clave para la salud de las personas, por eso te recomendamos elegir alguna que se adapte a tus intereses y habilidades.
En casa, el hábito de estar muchas horas, incluso comer delante de las pantallas, sumado a la inactividad física, promueven el sedentarismo y facilitan el desorden de las ingestas y puede alterar el estado de ánimo
Si todavía no encontraste una actividad que te guste, podés comenzar por salir a caminar, ya que además es beneficioso pasar tiempo al aire libre.
Es importante establecer una rutina en la medida de lo posible, que mantenga horarios relativamente fijos de comidas y de sueño.
Promover un ambiente favorable para el descanso en el hogar al final de la tarde y en las primeras horas de la noche.
Bajar la intensidad de las luces y los ruidos antes de ir a dormir y controlar temperatura en dormitorios puede ayudar.
Cualquier inquietud, podés consultar con profesionales de la salud